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Para comprender la diferencia entre el bastidor Levante y cualquier otro tipo de bastidor de cuñas conviene analizar la solución que proponen los dos tipos básicos que podemos encontrar en el mercado: el bastidor con ensamble en horquilla convencional y el bastidor con ensamble en inglete.

• Bastidor de montaje fácil y rápido.
• Perfectamente adecuado para todo tipo de aplicaciones.
• Bastidor para pintura del tipo expandible mediante cuñas con ensamble en horquilla.
• Tipos de sección: ancha 60x22mm y estrecha 46x17mm.
• Ambas secciones se suministran tanto en los llamados Formatos Universales como en los Formatos Especiales.

UN CONCEPTO DIFERENTE

El ensamble en horquilla está considerado como el tipo de ensamble más sólido y resistente. En los modelos de bastidor más evolucionados, las pestañas se encuentran desplazadas hacia el interior con lo que la espiga pasante se remata con una mocheta que impide completamente que el bastidor se descuadre incluso aunque recibiera un fuerte golpe en las esquinas. Se trata de un bastidor de montaje fácil y rápido que no requiere ningún tipo de verificación pues, su montaje a escuadra está absolutamente garantizado. por contra, debido a la propia concepción del ensamble la cara anterior de los listones se dispone paralela a la tela y en contacto con ella, de manera que al presionar con el pincel o la espátula sobre el lienzo inevitablemente quedarán marcadas las aristas internas de los listones.

Para solucionar este problema aparecieron los bastidores con ensamble en inglete, que permiten disponer las caras frontales de los listones oblicuas a la tela, de manera que ésta solo está en contacto con el bastidor a lo largo de su borde exterior, así pues de esta forma podemos pintar sin riesgo de marcar la tela.

Sin embargo para lograr la solución de este problema se ha sacrificado la solidez del ensamble, la facilidad y rapidez del montaje y la garantía de que los listones se encuentren encuadrados. De hecho en este tipo de bastidores es prácticamente imposible lograr una escuadra perfecta, y si se logra basta un golpe en la esquina para que arruinemos lo que con tanta dificultad hemos logrado. por eso los bastidores con ensamble es recomendable comprarlos entelados e imprimados, listos para su uso, para evitar descuadres que pueden apreciarse a la hora de enmarcar el cuadro.

Frente a estas soluciones parciales, el bastidor Levante parte de una concepción más global del problema en el que la técnica debe dar una respuesta realmente seria e integrada a todas y cada una de las necesidades del consumidor o dicho de otro modo, la forma debe sujetarse a la función desde una concepción orgánica e integrada y de acuerdo con una metodología racional seria y rigurosa.

El nuevo bastidor Levante lo podemos definir como un bastidor para pintura del tipo expandible mediante cuñas con ensamble en horquilla que, debido a su especial diseño, combina la solidez, resistencia, facilidad y rapidez de montaje e imposibilidad de desencuadre de los mejores bastidores de este tipo, con la ventaja de que la tela no toca la cara anterior del bastidor, lo que hasta la fecha era patrimonio de los bastidores con ensamble en inglete.

Desde un punto de vista práctico la diferencia esencial entre el bastidor Levante y el resto de bastidores del comercio es que posee las ventajas de ambos tipos de bastidores y ninguno de sus inconvenientes.El bastidor levante representa un producto conceptualmente más global, históricamente más evolucionado, tecnológicamente más avanzado y, desde el punto de vista comercial, el único realmente capaz de satisfacer todas las necesidades de los consumidores.

LA FORMA Y LA FUNCIÓN

El ensamble en horquilla es el tipo de ensamble más sólido y resistente. Sin embargo los modelos más sencillos no garantizan que los listones se ensamblen en escuadra.

Si desplazamos hacia un lado las pestañas podemos rematar la espiga con una mocheta impidiendo que el ensamble se descuadre y facilitando aun más su montaje. De todas formas las pestañas pueden abrirse hacia afuera con el pasa del tiempo.

 

Rematando las pestañas en cola de milano no sólo evitaremos este problema si no que reforzaremos el ensamble. Con todo, este bastidor presenta en su canto exterior demasiados elementos que dificultan la introducción de los clavos o grapas y que pueden crear, al introducir las cuñas, salientes y huecos que pueden con el tiempo acabar dañando la tela.

Acortando las pestañas podemos dejar el canto del bastidor despejado. Esto nos produce un hueco que al pintar y, sobre todo, al trabajar con la espátula puede marcarnos la tela.

Prolongando las pestañas en forma semicircular crearemos una superficie uniforme. Aun así la cara anterior del bastidor permanece en contacto con la tela e inavitablemente al trabajar se marcan las aristas interiores del bastidor.

Podemos disponer a lo largo del borde un resalte en forma de media caña convexa que separe la tela de la cara anterior del bastidor además de redondear la arista interior del bastidor. Esto proporciona una ventaja adicional. Al redondearse el borde exterior la tela sufre menos precisamente en uno de los puntos en donde tradicionalmente se deteriora y además se aumenta la superficie de contacto con lo que se reparte mejor la tensión producida por los clavos o grapas.

Si redondeamos el borde posterior exterior facilitará que el usuario pueda elegir el clavado lateral o el posterior con la tranquilidad de saber que todas las aristas externas se han redondeado para proteger la tela y repartir mejor la tensión.

A PRUEBA DE COMPARACIONES

Lo esencial en un bastidor es el sistema de ensamble. El ensamble debe mantener los listones a escuadra y ser resistente. Desde luego el tipo de ensamble en horquilla se considera más sólido que el inglete. En el caso de los dos modelos que comparamos, el convencional y el Levante, sus respectivas mochetas impiden que los listones puedan descuadrarse. en comparación los bastidores a inglete son muy inferiores. No son tan sólidos y difícilmente lograremos escuadrarlos ya que no disponen de ningún elemento que impidan que adopten cualquier otra posición. Una de las diferencias entre los bastidores con ensamble en horquilla con mocheta y los modelos a inglete reside en la inestabilidad de la escuadra. Un golpe fortuito en la esquina o al introducir las cuñas puede tener, en los modelos a inglete, un efecto desastroso, mientras que los de horquilla con mocheta permaneceran inalterables.

Pese a estos inconvenientes los modelos a inglete presentaban una ventaja realmente importante muy llamativa y que hasta ahora nunca pudo resolver un bastidor con ensamble en horquilla: lograr separar la tela de la cara anterior del bastidor evitando que se marque por efecto de la presión con el pincel o la espátula. Esto proporciona una gran comodidad al pintar, impide las antiestéticas marcas del bastidor y facilita la conservación de la obra. Aquí el bastidor Levante y los modelos a inglete se encuentran muy por delante de los modelos en horquilla convencionales.

Generalmente la tela se grapa o clava a lo largo de los bordes del bastidor. Conviene pues que éste esté lo más despejado, libre de elementos que se unen formando fisuras en las que puede acabar introduciéndose algún clavo. En ocasiones al introducir las cuñas se desplazan formando huecos, resaltes y, en general, zonas en las que la tela puede verse dañada. En este sentido los bastidores a inglete son los que han resuelto peor este problema, no sólo porque manifiestan a ambos lados del borde lateral todos los elementos de unión, sino porque, además, en la propia esquina poseen uno de sus puntos más débiles.

El montaje es un tema que a veces se descuida al analizar un bastidor. los bastidores con ensamble en horquilla que disponen de mocheta son fáciles y rápidos de montar y siempre se montan bien. En cambio los bastidores a inglete son más complicados, requieren más cuidados y dificultan que los listones se encuentren a escuadra. Cuando tenemos que introducir las cuñas en los modelos en horquilla con mocheta es suficiente una cuña por esquina y, además, es imposible que el acuñado desescuadre el bastidor. En cambio en los modelos a inglete es prácticamente imposible mantener el bastidor escuadrado incluso aunque dispongade dos cuñas por esquina.

Todas estas consideraciones tienen, además, unas repercusiones muy directas sobre la forma más adecuada para comercializar los diferentes tipos de bastidores. así por ejemplo, el bastidor a inglete, por su dificultad de montaje es recomendable adquirirlo montado y entelado, aunque su facilidad para descuadrarse lo hace poco adecuado para trabajos definitivos.

En general los bastidores en horquilla convencionales suelen ser más homogéneos. Su principal problema reside en que no son adecuados para pintar sobre ellos. Realmente donde son más útiles es como bastidor definitivo de obras ya realizadas.

Frente a los problemas que platean unos y otros, el bastidor Levante se presenta como perfectamente adecuado para todo tipo de aplicaciones. Si lo adquiere desmontado no tendrá el mínimo problema ya que es fácil, rápido y efectivo de montar. Por mucho que sea manipulado la escuadra está garantizada. Tampoco presenta el peligro de marcar la tela con la arista interior. Y, finalmente como como bastidor definitivo es excelente ya que todas las aristas que puedan estar en contacto con la tela están redondeadas, posee el mínimo de elementos de debilidad, el ensamble está especialmente reforzado con pestañas rematadas en cola de milano para impedir que se abran con el tiempo y no pueden descuadrarse por efectos de golpes...

UN CONCEPTO, DOS VERSIONES, TRES ACONDICIONAMIENTOS

Como ya hemos indicado, el bastidor Levante representa un concepto distinto capaz de satisfacer todas las necesidades de los consumidores. En esta categoría se incluyen desde profesionales de reconocido prestigio hasta aficionados que se inician y cada uno de ellos con un nivel de exigencia diferente. Por ello se comercializa el bastidor en dos versiones en función del grosor de los listones.

La versión denominada de sección ancha (60x22mm) está destinada a un consumidor profesional y para trabajos de grandes dimensiones o para entelar de manera definitiva obras realizadas sobre otros bastidores más livianos, por ejemplo, cuando se destinan a exposiciones o trabajos de encargo de calidad.

La versión llamada de sección estrecha (46x17mm) está orientada a un consumidor (aficionados, estudiantes..) que no necesita los niveles de solidez y resistencia de la versión anterior. También es muy útil para trabajos preparatorios, bocetos, apuntes y en general obras de pequeño formato.

Ambas secciones se suministran tanto en los llamados Formatos Universales como en los Formatos Especiales.

 

 

                                                         

Las técnicas y materiales para Bellas Artes forman parte de una tradición que ha variado poco en los últimos siglos: Óleos, acuarelas, lienzos, pinceles, caballetes... casi cualquier material presente en el taller de un pintor contemporáneo es muy similar al que podría encontrarse en otro taller cinco siglos atrás. Los avances tecnológicos de la era moderna han supuesto una mayor accesibilidad a esos materiales, pero pocos cambios substanciales en sus características principales... hasta que, a mediados del siglo XX, se produjo una auténtica revolución: La aparición de la PINTURA ACRÍLICA.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A los más profanos en la materia pictórica hay algo que les puede resultar muy llamativo y es cómo sobre lienzos en blanco los artistas van desarrollando su ingenio y su inspiración y van consiguiendo poco a poco auténticas obras de arte, no solo por la calidad pictórica sino porque consiguen transmitir fielmente la sensación que está impresa en el cuadro de una manera muy real.

Si hablamos de lienzos en blanco y de realidades, no podemos dejar de pensar en un estilo que nunca deja indiferente a nadie, el hiperrealismo, también conocido como superrealismo, fotorrealismo o realismo fotográfico.

Este movimiento surgió allá durante la década de los años 60, donde se buscó mantener a la pintura en conexión con la fotografía; mejor dicho con la visión fotográfica. Uno de los objetivos del superrealismo es acercarnos a una supuesta objetividad visual, especialmente en lo que se refiere a la representación de retratos y/o fotografías de paisajes, escenas cotidianas, objetos o incluso la muerte.

Esta técnica es verdaderamente impresionante y más impresionante aún es ver trabajar a un pintor de estas características, auténticos artistas que tienen tal control sobre sus herramientas y pinturas que es prácticamente imposible distinguir cuál puede ser una fotografía y cuál puede ser su propia interpretación de la misma.

Cuando admiramos un trabajo hiperrealista estaremos asistiendo a uno de los mayores triunfos de la representación del artista en sí, dado que tras un trabajo de estas características hay muchas horas de intenso trabajo y muchas horas sin dormir, especialmente si el artista es muy escrupuloso con su trabajo.

No hay duda que este estilo es algo que llama muchísimo la atención porque es como si el artista plasmase lo que ve con sus ojos y éstos fuesen cámaras de fotos que registran el momento. Sencillamente, impresionante se mire por donde se mire.